Como preparación, enfrentó a Hungría en dos amistosos en los que cayó por idéntico resultado, 2:1. Luego, camisetas del barça en una serie de partidos a lo largo de todo el territorio neozelandés midió sus fuerzas frente a un seleccionado de la Liga Irlandesa y al Watford inglés. Nuevamente previo a Italia 1990, el combinado neozelandés terminó por detrás de Australia e Israel y vio frustradas sus intenciones de volver a acudir a la máxima cita mundialista.